Nuevos métodos diagnósticos de COVID-19 son investigados por nuestro académico, en conjunto con un grupo multidisciplinario.
Dos nuevas técnicas de testeo del COVID-19 son investigadas por un equipo de científicos liderados por el académico de nuestro Instituto de Patología Animal, Dr. Claudio Verdugo.
Estos métodos son más baratos y buscan forzar el sistema de muestreo para llegar a la mayor cantidad de personas asintomáticas y presintomaticas, que son un grupo importante de diseminadores.
Junto a él, trabaja un grupo multidisciplinario de investigadores de los laboratorios de Biotecnología Acuática, Criobiología, Virología y Austral-omics. Además, cuentan con la colaboración del Ejército de Chile, del Hospital de Lanco, San José la Mariquina, Corral, Río Bueno y La Unión.
La prueba oficial (TaqMan), aprobada por la OMS y que es con qPCR, es un método caro que utiliza sonda fluorescente. En cambio, una de las propuestas de los investigadores UACh es utilizar tinciones fluorescentes, técnica para mejorar el contraste de las muestras observadas por microscopio y que, según el Dr. Verdugo, es reconocida por ser una técnica económica y que se utiliza hace muchos años.
«Remplazamos la sonda TaqMan por otro material de tinción (Sybr Green), mucho más barato, pero que tiene un grado de sensibilidad o precisión comparable. Es un insumo que se usa mucho y está disponible”, explicó el académico a El Mercurio (27 de abril).
«Lo que planteamos es establecer y validar una técnica que tenga una sensibilidad similar a la actual oficial, pero que tenga un costo mucho menor y que no este compitiendo por insumos», detalló el académico.
En paralelo, los investigadores proponen realizar pooling de testeo, técnica que permite analizar muestras de una mayor cantidad de personas.
El pool significa que se puede hacer la reacción de qPCR en grupos de cinco o 10 individuos y si hay una muestra positiva, se realiza la técnica oficial en las muestras del ese pool. De este modo pueden pesquisar falsos negativos, explicó Verdugo.
Es así como las propuestas del equipo de investigación serán puestas a prueba en un piloto, en el que participan principalmente personal de salud. Finalmente, la propuesta concluirá con la entrega de un programa de vigilancia epidemiológica activa, que pueda ser utilizada por las instituciones pertinentes a nivel regional o nacional en muestreos masivos.
Escucha le entrevista completa en Radio UACh.