*En formato de poster se dio a conocer proyecto en el que, niños aprendieron sobre buen trato a través de la relación con animales.
Los resultados del proyecto “Aprendiendo el buen trato en las relaciones interpersonales desarrollando la participación afectiva con animales” se presentaron en formato de poster durante el IV Encuentro Internacional de investigadores en Bienestar Animal y Reunión Regional-Latinoamérica de la Sociedad Internacional de Etología Aplicada (ISAE), que se realizó en Valdivia y que convocó a más de 200 especialistas del área.
El proyecto, ejecutado en 2017, fue financiado por la Dirección de Vinculación con el Medio de la Universidad Austral de Chile y ejecutado en el Instituto de Ciencia Animal de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Austral de Chile (UACh). Su directora fue la Dra. Carmen Gallo Stegmaier, quien contó con la colaboración de la médica veterinaria Camila Palma González como directora alterna y de la médica veterinaria Javiera Calderón, del Programa de Magíster en Ciencia Animal.
La iniciativa se sustentó en la comprensión del rol de los animales en el desarrollo psicológico y social de las personas y de que el vínculo que desarrollan en las primeras etapas del desarrollo es fundamental para la vida adulta, ya que se ha demostrado que existen factores sociales e individuales de las personas que afectan sus actitudes hacia los animales (Ascione 1992; Apostol y col 2012). En dicho contexto, el objetivo del estudio fue determinar qué factores demográficos a nivel local están asociados con la actitud de los niños hacia los animales y así, evaluar el impacto de una intervención práctica, basada en la promoción del buen trato hacia los animales mediante una visita al campo, de escolares de Osorno, región de Los Lagos.
En cuanto a los resultados del proyecto dados a conocer en el encuentro internacional, la Dra. Gallo detalló que: se encontró que las niñas obtuvieron mayores puntajes de empatía que los niños; los niños de colegios vulnerables mostraron más bajos puntajes comparado con los de colegios de más recursos; los niños que tenían mascotas tuvieron mayores puntajes que sus pares que no tenían; los niños aumentaron significativamente sus puntajes de actitud positiva hacia los animales luego de la intervención.
Además, se encontró que existe una correlación positiva y significativa entre ambos cuestionarios, es decir entre las actitudes de los niños hacia los animales y su tendencia empática humana (H-H). El hecho de que las niñas tuvieron mayores puntajes, se repite en otros estudios y puede estar asociado a los roles sociales de género (Phillips 2009). En cuanto a las diferencias encontradas entre el tipo de colegio (vulnerable-no vulnerable), obtuvieron más altos puntajes los niños de colegios con recursos. Al respecto Ascione (1999), señala que niños que son espectadores de violencia doméstica en sus hogares, tienden a ser más crueles con los animales, lo que puede estar asociado con el nivel de vulnerabilidad social. León y col (2014), encontraron que un nivel socioeconómico bajo estaba asociado a una mayor prevalencia de VIF (violencia intrafamiliar), mientras que Miller, 2001, asoció que a mayor VIF, hay mayor crueldad con animales. Por otro lado, niños con mascotas mostraron puntajes más altos que aquellos que no tenían mascotas; en relación a ello, está descrito que la preocupación de los niños por sus mascotas se asocia a más empatía hacia los animales (Paul y Serpell 1993).
Finalmente, la correlación entre las dos encuestas respalda la idea de que la compasión de los niños hacia los animales está relacionada con su empatía hacia otros humanos. Se concluyó que además de existir factores como el género, el tipo de colegio y tenencia de mascotas, que afectan la actitud de los niños hacia los animales, el impacto de la experiencia con animales abre una oportunidad para desarrollar el cuidado y afectividad hacia los animales y que esto puede ayudar también a desarrollar más empatía hacia otros humanos.
El proyecto
El desarrollo del proyecto consideró la visita a cuatro colegios en Osorno y se eligieron al azar 2 cursos por colegio (3° Y 4° Básico) (n=301) en los cuales se aplicaron dos cuestionarios usados anteriormente por Ascione (1992), y modificados para adaptarlos a la realidad local.
El primer cuestionario midió actitudes de los niños hacia los animales (H-A); el segundo midió tendencia empática entre humanos (H-H) y adicionalmente, se registraron características demográficas tales como género, tenencia de mascotas (si o no) y tipo de colegio (vulnerable o con recursos).
En dos de los colegios, luego de la primera aplicación de la encuesta, los niños (70), asistieron a una intervención consistente en una visita a una granja, en la que tuvieron un aprendizaje participativo en educación sobre comportamiento y bienestar animal en las siguientes áreas:
Una semana posterior a la visita a la granja, se evaluó si esta intervención fue capaz de generar algún cambio en los niños en los niveles de actitudes positivas hacia los animales y empatía hacia otros humanos. La evaluación se realizó aplicando nuevamente las mismas encuestas a los niños.
Vinculación con el Medio
En el proyecto participaron académicos, estudiantes de postgrado, profesionales colaboradores que pertenecen al Programa de Bienestar Animal de la Universidad Austral de Chile, como también profesionales alternos asociados al área, constituyendo una herramienta adicional en su currículum de formación, aseguró la Dra. Gallo. Además, señaló, este proyecto permitió el acercamiento a las comunidades, constituyendo una experiencia enriquecedora a través de la realización de un aporte social que a su vez genera una respuesta positiva de parte de la interacción con los niños, proporcionando nuevas herramientas para el desarrollo del área. Por otro lado, permitió abrir el abanico de conocimientos tradicionales del médico veterinario, otorgándole un enfoque multidisciplinario, motivando el acercamiento entre los animales y el humano.
“Durante este estudio se evidenció que existen instituciones de educación muy interesadas en el tema, y que los niños y niñas se enriquecieron con las intervenciones, ya que el impacto que implica una experiencia con animales donde los niños puedan vivenciar situaciones de buen trato, brinda una gran oportunidad para establecer distinciones fundamentales sobre los vínculos entre seres vivos. Esta temática cobra relevancia en esta zona del país en donde la actividad agropecuaria es significativa y por lo tanto los niños tienen contacto más directo con animales de granja en comparación con otras regiones”, dijo la Dra. Gallo.
En tanto, desde el punto de vista metodológico la académica indicó que fue muy interesante observar que las encuestas que se utilizan para propósitos similares en otros países con niños del mismo rango etario, no resultaron apropiadas para los niveles de conocimiento de niños chilenos de la misma edad: “este hallazgo estaría indicando que la formación educacional, la percepción del entorno y habilidades cognitivas difieren entre países”, concluyó.
Los instrumentos de medición fueron adaptados de estudios realizados en USA (Ascione, 1992; Ascione y Weber, 1996; Bloom y Friedman, 2013). Para evaluar la aplicabilidad y confiabilidad de los instrumentos en el contexto nacional, se realizó una prueba piloto en un colegio. Los resultados analizados a través de una prueba estadística (Alfa de Cronbach), indicaron que las encuestas no eran confiables para los niños locales. Por lo que hubo que modificar preguntas, eliminando unas y reformulando otras. Luego esta encuesta fue aplicada en otro colegio, hasta lograr una confiabilidad estadísticamente aceptable antes de iniciar el estudio propiamente tal.
Finalmente, la Dra. Carmen Galló explicó que el objetivo de difundir estos hallazgos es permitir el acceso a información, promover la conversación científica y el aprendizaje del buen trato hacia otros seres vivos.